¿Cómo te explico? Si no te pido fotos o videos, es porque NO me interesan. Recibirlos me da vergüenza ajena y me provoca rechazo. Tus partes íntimas en una imagen no despiertan en mí ningún instinto sexual. Hasta ahora solo las he aceptado para no hacerte sentir mal, pero tienes que entender que, desde mi perspectiva, una imagen sexual tuya no me provoca ganas de acostarme contigo.
Sea o no una relación casual, el coqueteo es lo que más me mueve las “hormonas”. Esto significa una palabra amable, un piropo sutil o una comunicación fluida. Todo esto siempre y cuando veas que existe recepción en mí; de lo contrario, es acoso. Y no, no está pasado de moda ser “conquistador”. Un coqueteo sano, agradable para ambos, me incentiva, me hace sentir atractiva, deseada, interesante. Por el contrario, tu fotografía grotesca me hace cuestionar qué imagen debo estar proyectando para que pienses que ese tipo de “mensaje” me provocaría algún tipo de estímulo positivo.
Sinceramente te sugiero que, sean cuales sean tus intenciones, no me mandes fotos de tus partes íntimas ni videos de tus masturbaciones. No me las ofrezcas como regalo, porque para mí los regalos son un gesto de amabilidad, cariño o deferencia y tus imágenes solo me provocan rechazo. No son un obsequio, solo me generan un momento incómodo.
¿Lo entendiste? ¡Qué bueno! Bienvenido a la civilización.
Agregar un comentario